El mal olor de pies es un problema que afecta a una buena parte de la población. Si bien es un asunto íntimo que con frecuencia avergüenza hablar sobre él, debemos normalizarlo, pues existen remedios y tratamientos que pueden solucionarlo de manera eficaz. En primer lugar debemos saber que los pies tienden a sudar más que otras partes del cuerpo por la gran cantidad de glándulas sudoríparas que acumulan, igual que sucede con las manos (a diferencia de que éstas no transmiten mal olor).

El olor a pies puede originarse simplemente por un uso excesivo del mismo calzado de manera regular. Si cada día nos ponemos los mismos zapatos, y además, pasamos muchas horas con ellos, los materiales del propio calzado y el hecho de mantener el pie encerrado durante tanto tiempo facilitará la aparición del mal olor. Por eso es recomendable alternar el calzado diario y cambiar de calcetines tras cada uso.

Existen también ciertos factores que ayudan a la aparición del olor de pies, como pueden ser los cambios hormonales. Por este motivo algunas mujeres durante el embarazo pueden sufrir este problema, así como muchísimos adolescentes y jóvenes que se encuentran en plena eclosión hormonal. No llevar una alimentación adecuada y tener malos hábitos de vida (fumar, consumir alcohol o ciertos medicamentos, padecer estrés, etc.) son dos aspectos que también pueden ocasionarlo, incluso algunas patologías propias de los pies, como los hongos o el llamado pie de atleta. En menor medida aparecen casos de hiperdrosis, una afección que provoca sudoración excesiva, y que ésta se manifieste también en los pies.

Soluciones para eliminar el mal olor de pies

La higiene personal es el camino más sencillo y eficiente para eliminar el olor de pies. Si eres de las personas que sufren este problema, lávate los pies con algún tipo de jabón antibacteriano una vez al día y cerciórate de que quedan bien secos antes de usar un calzado. Evitar el uso de calcetines de nailon y optar por los de lana o algodón es otra de las soluciones sencillas; así como desechar los zapatos fabricados con plástico y elegir los de cuero. Es importante también airear el calzado utilizado y ubicarlo en áreas ventiladas entre un uso y otro.

Si además eres propenso a acumular piel dura, visita periódicamente a tu podólogo para que la lime y evitar así la acumulación de capas de piel muerta.

Existen también un buen número de desodorantes con los que aliviar el mal olor a pies e incluso la aplicación de polvos de talco puede mostrarse efectiva.