Como decimos en ocasiones, los pies son frecuentemente los «grandes olvidados» de nuestro cuerpo. Algo injusto si tenemos en cuenta la labor que desempeñan y la exigencia a la que le sometemos un día tras otro. A continuación os hablamos de diez errores o hábitos que cometemos habitualmente y perjudican a nuestros pies. ¡Corrígelos cuanto antes!

▪ Abusar de calzado sin suficiente amortiguación. En el caso de los hombres por el uso excesivo de zapatos planos y de las mujeres por el de los tacones. Trata de minimizar las horas que pasas con este tipo de calzado duro y poco acolchado.

▪ Abusar del uso de chanclas en verano. Del mismo modo, en verano tendemos a utilizar las típicas chanclas ‘piscineras’ durante prácticamente todo el día. Es un calzado normalmente de mala calidad, con espumas muy finas que pierden con facilidad su capacidad amortiguadora. Causantes habituales de tendinitis o fascitis plantar.

▪ Alargar la vida útil de nuestro calzado. En muchas ocasiones nuestras zapatillas o zapatos presentan un desgaste evidente pero seguimos usándolos, un error notable, ya que los materiales y las propiedades de ese calzado han perdido sus cualidades y su deterioro puede originar lesiones y diversas molestias.

▪ Cortar las uñas demasiado. Nunca debemos cortar las uñas más allá del propio borde de los dedos, principal causa de la aparición de uñas encarnadas. Es preferible dejarlas unos milímetros más largas y, por supuesto, no dejar “piquitos”.

▪ Hacer deporte sin someternos a un análisis biomecánico. Si vamos a practicar con frecuencia un deporte, es imprescindible someternos a un análisis biomecánico para determinar si necesitamos usar plantillas personalizadas que corrijan nuestra pisada. Es el mejor método de prevención de futuras lesiones.

▪ No usar los calcetines adecuados. Especialmente en los meses de más calor del año o cuando hacemos deporte. Utilizar calcetines transpirables y con tejidos de calidad evitará problemas como las ampollas o las rozaduras.

▪ No secar bien los pies tras ducharnos. Si nuestros pies quedan humedecidos después de salir del baño, especialmente los espacios entre los dedos, aumentarán las posibilidades de sufrir el llamado ‘pie de atleta’ y otras infecciones.

▪ No hacer los estiramientos debidos. Igual que cuando salimos a correr estiramos los músculos de las piernas, también debemos hacerlo con los pies. Es una de las mejores maneras de prevenir lesiones habituales en corredores como la fascitis plantar.

▪ Autodiagnosticarnos. Si sufrimos hongos, herpes o infecciones en los pies, lo ideal es acudir a un podólogo. Un error habitual es autodiagnosticarnos y tratar de curarnos con cremas de farmacia o productos que tengamos en casa.