Pies hinchados

La inflamación en los pies o en las piernas puede deberse a muchas razones. Por ejemplo, el sedentarismo provoca que nuestras venas se dilaten y generen esta hinchazón. No obstante, hay que prestar especial atención a este síntoma, pues puede tratarse de un problema de circulación.

Cuando nuestro corazón tiene dificultades para bombear la sangre a nuestro cuerpo (lo que se conoce como insuficiencia cardíaca) puede provocar que nuestras articulaciones se inflamen. Si sufrimos algún problema de coagulación, puede acabar desembocando en patologías de mayor gravedad como una trombosis.

Los pies también pueden hincharse por un déficit de proteínas o porque nuestros músculos se encuentran débiles, inflamados, y no bombean al corazón la sangre necesaria.

Pies pálidos

Esta señal es otra que debería alarmarnos, pues que la piel de los pies esté excesivamente pálida puede ser signo de arterioesclerosis (endurecimiento de las arterias por acumulación de grasa o colesterol). Esta obstrucción es una de las principales causas de infarto o de accidente cerebro vascular. No siempre los pies pálidos implican esto, también puede deberse a otras patologías como un nivel de estrés alto. En cualquier caso, este problema nunca se debe ignorar.

Pies fríos

Hay que recordad que los pies son las extremidades que más lejos se encuentran de nuestro corazón, y una mala circulación de nuestra sangre puede suponer también una bajada de temperatura. Si sientes los pies fríos con demasiada frecuencia, puede ser que que algo esté obstaculizando la llegada de la sangre a tus pies, por estrechamiento o endurecimiento de las arterias, lo que puede desembocar en un problema muy grave.

Además, hay otros signos que pueden indicar que algo no va bien en nuestro cuerpo, como las heridas en nuestros pies que tardan en sanar, en cuyo caso podría tratarse de un problema de diabetes. Recuerda que cualquier dolor en los pies o las piernas puede sugerir una obstrucción arterial, y debes acudir a tu médico lo antes posible para evitar males mayores.

En pocas palabras, el corazón es el motor de todo nuestro cuerpo y cuando no funciona correctamente nos mandará señales aviso. Lo más inteligente siempre es consultar con algún especialista para de determine si nuestros pies están sanos o evitar que una patología vaya más allá.

El pie es el responsable de la bipedestación y primer contacto del cuerpo humano con el suelo, por lo que se comporta como una bomba venosa plantar. Si quieres saber más sobre el pie como corazón periférico, consulta nuestro artículo sobre ello.

¡Y recuerda! Pies sanos = Cuerpo sano