artículos

Qué componentes analizar en una zapatilla para running

210926_091027sm8688

La oferta de zapatillas para correr que ofrece actualmente el mercado es tan amplia que la decisión sobre el modelo ideal para nosotros puede complicarse en exceso. Por eso, en este artículo queremos acercarte lo máximo posible a las diferentes partes que integran una zapatilla de running. Conociendo cómo se fabrica y diseña el calzado para correr, la elección de tu zapatilla ideal será una tarea más sencilla. ¡Toma nota!

En primer lugar, “trocearemos” una zapatilla de running en tres partes: upper (con este término anglosajón nos referimos a la malla o tela que recubre toda la parte superior de la zapatilla), mediasuela (la parte que se encuentra inmediatamente debajo de nuestro pie y donde se incorporan las espumas de amortiguación) y suela (el material que remata la zapatilla por su parte de abajo, todo lo que está en contacto con el terreno). Vamos a analizar cada uno.

▪ Upper

Tradicionalmente se utilizaban en las zapatillas de correr mallas de rejilla con una combinación de tejidos que permitía transpirar pero algo frágiles en cuanto a su resistencia. La tendencia del mercado en la actualidad es apostar por filamentos de hilos resistentes que, además de permitir ventilar el pie de manera óptima, resisten los achaques de las zancadas y ofrecen una elasticidad y flexibilidad extra que evita deformar la zapatilla.

Como corredores, debemos fijarnos en que el upper esté diseñado de modo que garantice una buena transpirabilidad, un ajuste óptimo para evitar que el pie se deslice en el interior de la zapatilla, y algunas protecciones extra en la zona delantera y trasera, especialmente en la parte que rodea el talón. El uso de contrafuertes de un material más rígido en el talón ayudará a evitar apoyos en falso y aportará estabilidad a nuestro tobillo y a nuestra pisada.

Por último, analiza la zona de los cordones y la lengüeta, también elementos clave para asegurar un buen ajuste y, por tanto, estabilidad. Lo ideal es que sin necesidad de apretarse los cordones en exceso nuestro pie se mantenga firme en el interior de la zapatilla, no roce con las paredes, el empeine no sufra presiones y el pie goce de la suficiente sujeción como para acumular kilómetros sin resentirse.

Otro concepto importante en este sentido es la horma, que podríamos definir como «el espacio que la zapatilla ofrece al pie en el interior del propio calzado». Existen fabricantes que apuestan por hormas más anchas y otros que prefieren modelos más ajustados. Por este motivo es importante que nos probemos la zapatilla que deseamos comprar para conocer qué tipo de horma incorpora ese modelo, algo que comprando por Internet no podemos comprobar.

▪ Mediasuela

La mediasuela es posiblemente la parte de la zapatilla que categorice su uso: cuanto más materiales incorpora la mediasuela, más amortiguación ofrecerá, y viceversa. En la mediasuela, la parte que se ubica entre nuestro pie y la suela, se integran las tecnologías y sistemas de amortiguación y estabilidad que permite al usuario correr con comodidad y proteger sus articulaciones de los impactos sobre la calzada.

Tradicionalmente se utilizaba espuma EVA, en una o varias densidades. Se trata de un polímero termoplástico ligero y acolchado que ofrece una sensación de confort al realizar el apoyo durante la carrera, pero se desgasta antes de lo deseado. Si bien, a lo largo de los últimos años la espuma EVA ha ido compartiendo protagonismo con otro tipo de gomas y materiales (como TPU, o el famoso Boost de Adidas, o el GEL de Asics o el WAVE de Mizuno) que las marcas han incorporado con los avances de la tecnología; e incluso a día de hoy ya hay algunos modelos que apuestan por otro tipo de espumas o materiales, como la famosa fibra de carbono.

A pesar de la fiebre actual por la fibra de carbono, lo importante realmente de una mediasuela es que ofrezca amortiguación y comodidad suficiente para recorrer la cantidad de kilómetros que deseamos sin perder esas sensaciones. Es cierto que hay materiales que ofrecen más rebote o “retorno de energía”, pero en cualquier caso, la prioridad a la hora de elegir un calzado para correr debe ser la salud de nuestros músculos y articulaciones, y no la ligereza, la reactividad y, ni mucho menos, la estética.

▪ Suela

El caucho es el material protagonista de las suelas de las zapatillas de running. Desde hace años los grandes fabricantes de calzado deportivo (Nike, Adidas, Mizuno, Asics, New Balance, etc.) se han asociado con prestigiosas casas de neumáticos (Michelin, Continental, etc.) para el diseño de las suelas. Fíjate a la hora de adquirir una zapatilla que en la suela los puntos de apoyo (zona metatarsial o zona del talón) ofrezcan un material resistente y con propiedades adherentes y estabilizadoras.

De todas maneras, es muy difícil que la jubilación de una zapatilla urbana de running llegue por su suela, ya que es la parte más resistente del calzado. Normalmente es el propio upper o la pérdida de la amortiguación en la mediasuela el motivo del cambio de zapatilla. No podemos decir lo mismo de las zapatillas de trail running, pero ese tema lo trataremos en otro artículo.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies